Trabajar con niños y jóvenes:
Si
ay algo que puedo y debo agradecer a la vida es que me haya dado
primero la capacidad y luego la oportunidad de poder trabajar con niños y
jóvenes, y no sólo desde el arte, sino desde otros aspectos, poder
aprender de ellos es increiblemente gratificante, emocionante, dinámico,
fortalcedor.
Están
continuamente buscando tu atención sin pedirla directamente. Buscan tu
cariño, tu aprobación y tu respeto todo el tiempo; pero, tenés que tener
la habilidad fina, muy fina, para darte cuenta,
entenderlos, y demostrarles que también buscas lo mismo pero sin mediar
palabras, sólo acción, sólo gestos, sólo vos. No podés dejar de ser
estricto pero no debemos ser rígidos.
No
debemos dejar de verlos porque es la forma de conocerlos, sólo podemos
escucharlos y sin cuestionarlos, pero si debemos apoyarlos y
acompañarlos.
Ay
momentos en los que me siento cansada y superada, pero basta una
palabra o un gesto o simplemente una sonrisa de alguno de ellos para que
me sienta con ganas de seguir, para que mis pilas se conviertan en
super motores.
A
veces peco de pesada, y se que es así, y me doy cuenta de eso, y
tambien me lo hacen saber, pero eso no genera malestar entre nosotros y
seguimos fortaleciendo nuestra relación, seguimos adelante, y lo más
loco que hasta el niño o jóven que menos uno imagina viene y te da un
super abrazo y te agradece, y cuando le pregunto por que? te contesta:
"mmm... por estar, sólo, por estar..."
Diganme si esto no es super gratificante.
Y
no digo que es facil, por que no lo es, por el contrario, es
extremadamente dificil, y se necesita mucho para seguir, tenemos
altibajos, y a veces son mas bajos que altis, pero cuando recibis tanto
cariño, respeto y sentis que realmente le estas dejando algo, aunque sea
sólo la posibilidad de saber que estás, no ay mas que decir, sólo para
hacer y estar.
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